La forma en que respiramos afecta a casi cada proceso en el cuerpo: desde la digestión hasta la memoria, y a la recuperación tras el ejercicio. Tiene un impacto profundo en el sistema nervioso, que se comunica directa e indirectamente con cada célula en el cuerpo. La respiración es uno de los principios originales de Pilates, y el motor principal para poder trabajar en posición pilates. En nuestras clases de Pilates, nuestros alumnos es lo primero que aprenden, incluso para embarazadas, más si cabe aún, ya que en ese estado se incrementan las pulsaciones por minuto.
Las claves de la respiración en Pilates
La respiración en Pilates es diafragmatica e influye directamente en la estabilidad de las articulaciones. Muchas lesiones musculo-esqueléticas, especialmente las que resultan en dolor lumbar, son causadas por falta de estabilidad.
Otro ejemplo es la inestabilidad de la columna vertebral, que es comúnmente el resultado de patrones de respiración superficial de pecho. Cuando respiramos en el pecho, el diafragma, los músculos del núcleo profundo y los músculos de la espalda no se activan con eficacia, lo que lleva a la inestabilidad en nuestra estructura vertebral. Idealmente, los movimientos deben estar acompañados de respiraciones diafragmáticas, lo que activará los profundos músculos posturales de la espalda y del torso, asegurando la estabilidad de la columna vertebral.
El dolor de cuello se correlaciona con la respiración disfuncional. Las inhalaciones superficiales en el pecho hacen que los hombros se levanten hacia las orejas. Durante este tipo de patrón de respiración, los músculos alrededor del cuello, como los escalenos y el esternocleidomastoideo, se activan para empujar los hombros cuando estos músculos suelen estar relajados.
Si quieres aprender a respirar y aprovecharte de sus beneficios ven a nuestros centros de Pilates en Zaragoza donde descubrirás el autentico método Pilates: la contrología. El arte de controlar el cuerpo y por supuesto, la respiración.
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